viernes, 19 de abril de 2013

Nocturama

Y pensando en qué frases de Kerouac poner, recordé que a veces escribo, cosas buenas y malas, inspiradas y mediocres. Sentado en mi silla de tres patas deseé que me cayera un meteorito en la cabeza, que una nube negra me llevara a algún lugar extraño y lento. Quería gritar por amor, quería gritar por falta de sexo; pero estas extrañas libélulas se me han plantado en los ojos y no me dejan ver más que mis pensamientos, los lugares a los que quiero ir, o la gente a la que quiero conocer. Dónde estamos nosotros cariño, dónde se quedó ese interruptor que tenía cuando era niño. Quiero saltar ahora de la ventana y botar contra el asfalto cien veces. Que en las lunas llenas mil cascadas atraviesen mi estomago. Volver a sentir lo que era una sonrisa no pensada, cuando amaba a mis amigos y tenía curiosidad por saber de los demás. Parece que todo murió y solo quedan siluetas, como las de las estrellas falsas que se me clavan en los ojos ahora mismo.

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