viernes, 19 de abril de 2013

FEVER

Me duele la cabeza, la casa está sola pero los arboles ya no tiemblan.
Me duele la cabeza y las sabanas todavía guardan la fiebre de hace dos días.
Me duele la cabeza y la cara me arde.
En medio de cuervos, de noches que se sienten solas,
de casas de ensueño, de cocheras automáticas.
He caminado dos horas por una rueda pinchada.
Los arboles y yo, yo y los arboles, la humedad restante de cuatro días de lluvia.
Los campos de cranberries, los cadillacs viejos, banderas que gritan patria...
Todavía resiste el agua en el suelo de madera.
Me duele la cabeza pero la tranquilidad se apodero de una casa olvidada.
Me duele la cabeza...
y a veces todo lo demás.

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